Recorrimos la cocina de porteña y lo comprobamos: este…
Las pascualinas están de moda. Un alimento saludable, fresco y liviano que resulta según una reciente encuesta gastronómica, de lo más pedido para degustar entre quienes visitan Buenos Aires y sus alrededores en épocas de calor y playa.
Casi una excusa para probarlas, hicimos la recorrida comprobadora, y descubrimos con asombro que sí, la tardecita noche porteña y de escapada a la arena y el sol, prefiere la porción tipo pascualina, con los mil y uno rellenos posibles, por sobre las clásicas empanadas y pizzas de toda la vida.
Hábitos más sanos, poco tiempo para el plato y el cuchillo y preferencia por lo liviano confluyen en un plato al que nadie parece resistirse.
La sabiduría tras la materia primaria
Ya todos sabemos que la harina es el producto base, pero no sabemos tanto que esta contiene el gluten. Por eso, cuando es unida y homogeneizada, esa proteína pierde su forma inicial y se junta nuevamente sin disposición. Hasta que es amasada por completo, ahí se ordenan y crean gluten nuevamente. Eso es lo que le da fuerza y textura a la preparación, ya que conspira en retener el aire y dejar que la masa haga el trabajo de elevarse.
Un poco de técnica en tiempos de cambio
No es novedad que el amasado y estiramiento de la masa para tarta tiene muchas decenas de años y que lo que antes era puramente tradicional e implicaba la mano sobre el producto en la bandeja para darle forma circular y potenciar sus características, fue mutando a modos más simples y masivos de elaboración, para un público que demanda.
Así, el tipo y estilo de amasar fue mutando, y aunque todavía se conserva en las fábricas y restós más chicos la manera manual porque también, hay que decirlo, algunos sostienen que queda con más sabor y sedosidad, cuando se trata de grandes cantidades a preparar en menos tiempo, el amasado en formato mecánico es la opción favorita. Y tiene su por qué, no solo es una máquina para estirar la masa y luego darle forma a la preparación que se desee, sea pizza, pascualinas, fideos y más, también es en su totalidad automática, lo que quiere decir que no precisa hacer gran esfuerzo individual sino que prepara exactamente el producto deseado, con alta calidad, y sin mano humana.
Además, algo que convence a casi todos, nos cuenta la gente de GR Maq especializada en la venta de este tipo de equipos de gastronomía profesional, es que permite resultados concretos en muy pocos minutos, lo que es muy beneficioso en ciudades como la nuestra, donde los turistas que visitan restós y casas de comida en esta época se cuentan por miles, y esto viene a facilitar en mucho la salida de los platos terminados. Por eso, la mayor venta la realizan a sectores de panadería, restaurantes y hoteles, donde suelen verse desbordados por la demanda, y así sus empleados pueden ocuparse de otras tareas o terminación de productos.